El hacker Chema Alonso profundiza sobre las luces y las sombras de internet y las redes sociales tras su exitosa visita a Linares
Se puede decir, sin temor a equivocarse, que es uno de los mayores expertos en ciberseguridad. El hacker del mal visitó, la semana pasada, la Escuela Politécnica Superior de Linares. Entre las numerosas preguntas que le hicieron, algunas sobre los peligros de internet, una herramienta que es capaz de dar lo mejor y lo peor al ser humano. LaContracrónica profundiza un poco más en esta entrevista. Pero quien quiera conocer a fondo las reflexiones de Chema Alonso puede hacerlo fácilmente a través de su blog http://www.elladodelmal.com y su Twitter @chemaalonso. Dos puertos abiertos al mundo.
— ¿Se puede afirmar que vivimos en un mundo ciberseguro?
— No podemos decir que las andanzas de cualquier persona por nuestro planeta tierra sean 100% seguras, ni podemos decir que las vivencias en el mundo digital sean 100% ciberseguras. Las amenazas existen en ambos planos de nuestra realidad, y lo que tenemos que hacer es adaptarnos a ellas para sobrevivir. No es mejor el más fuerte, sino el que mejor se adapta. Así, lo que debemos hacer es aprender cuáles son los riegos en el mundo digital y tomar precauciones. Yo suelo decir eso de: “En internet hay lobos y corderos, si no eres lobo, te toca ser cordero”. Es una frase que intenta explicar esa necesidad de adaptación para sobrevivir.
— ¿Las redes sociales son una ventaja o un peligro?
— Para mí son una maravilla. Poder socializar con gente de todo el mundo y vivir con ellos como si estuvieran a tu lado es algo fantástico. Me permite estar en contacto con amigos de todo el mundo y no tener que ponerme al día cuando nos vemos, simplemente continuar nuestra relación en otro plano. Por supuesto, como todo lo que hacemos en el mundo digital, tiene sus riesgos y sus normas de seguridad y debemos aprender a gestionarlos. Es fundamental que los más jóvenes conozcan los riesgos, las virtudes y los peligros de las redes sociales.
— ¿Cómo fue tu bautismo digital? ¿Muy diferente al de tus hijas?
— Muy distinto. Yo hice un bautismo en soledad. Mis padres no habían tocado un ordenador nunca y yo fui, como muchos de mi generación, de los pioneros que se adentraban en el mundo de la informática. La informática era el futuro, decían. Y acertaron. Hoy en día mis hijas tienen otro bautismo. La mayor lleva dos años programando en Scratch, me llama por FaceTime y me escribe WhatsApps a mí y a sus amigas con supervisión. La pequeña — que aún no sabe leer— disfruta viendo los canales de Youtube que hacen vídeos con juguetes, y le encanta jugar con apps en mi móvil (lo tengo lleno de apps de niños y juegos). Yo intento estar encima de todo lo que hacen, pero a este paso me superarán en poco tiempo, así que intento inculcarles valores y contarles muchas de las cosas que se pueden encontrar.
— ¿Qué responsabilidad tienen los padres y el colegio en el buen uso de las redes sociales?
— Yo creo que toda. La comunidad educativa no puede quedarse impasible en este proceso de creación de ciudadanos. No podemos enseñarles respeto si luego no les educamos contra el cyberbullying, el acoso o no les enseñamos de cuáles son los problemas con los que se van a enfrentar en esa parte de su vida, que es mucho más importante de lo que muchos educadores y padres son capaces de entender. La parte digital de las personas va a ser mucho más importante en el futuro que la física, en muchas facetas de la vida, así que cuanto más les ayudemos y más herramientas les demos para moverse con soltura por ellas, mucho mejor.
— ¿Y las empresas que las han implantado?
— Las empresas son empresas, que deben crear tecnología con valores. Sin embargo, no siempre es así, ya que el objetivo económico de muchas de ellas hace que primen determinadas funciones en detrimento de la privacidad o la seguridad. Es duro para una empresa defender valores cuando va en contra de tu cuenta de resultados, pero mi pensamiento personal es que las empresas se crearon para ayudar a mejorar las sociedades y las vidas de las personas. Así que las empresas que no tengan valores en el futuro se verán penalizadas por ello. Hay que innovar, crear tecnologías modernas, pero dotando de valores todo lo que se hace. La privacidad y la seguridad de las personas son valores importantes que deben tener.
Fuente: http://lacontracronica.es/entrevista-con-chema-alonso/